miércoles, 13 de julio de 2011

Querida amiga soledad..

.. en ocasiones prefiero tu compañía, no hay nadie como tu, no eres capaz de herirme ni de traicionarme, aunque no consigas contestar a mis múltiples preguntas sobre aquellas cosas de las que me gustaría obtener respuesta. 
Tu silencio hace que me hunda en mis pensamientos, que me suma en mi propio pensar, en mi propia pena, pero aun así, lo prefiero.. y siempre lo preferiría. Pienso que es mejor en ocasiones gozar de tu compañía, como andar sola por la calle, pues tu silencio me calma cuando no quiero oír los ruidos que me rodean y me atolondran los oídos, llegando a mi cabeza y haciendo que todo se colapse. Eres como una canción de piano, apacible, relajante, una melodía que no molesta, que consigue hacer que todo alrededor desaparezca. 
Eres mi botón de off, cuando necesito estar conmigo misma, que no me hace pensar en toda la falsedad, en todo el interés que hoy en día es el que mueve a cada persona, algo que detesto y odio, por eso te prefiero. Vienes y vas cuando yo quiero, yo decido cuando quiero gozar de tu compañía y cuando prefiero estar rodeada de gente, en vez de permanecer sola.
Pero últimamente, prefiero estar contigo, querida amiga, nada de lo que veo a mi alrededor me reconforta, nada parece aportarme nada bueno, solo consiguo darme cuenta de que nada es lo que parece, que las personas no son en realidad lo que muestran y que las mentiras, la falsedad, la ingratitud, el interés, y el poco compañerismo están a la orden del día, por eso preferiría y prefiero, estar acompañada de tu silencio.

lunes, 4 de julio de 2011

Cry.

Notas esa presión en los oídos, ese nudo en la garganta, un constante martilleo en la cabeza y el escozor en los ojos de las lágrimas que quieren salir. Eso ocurre cuando reprimes el llanto, cuando evitas a toda costa que las lágrimas salgan de tus ojos y corran por tu cara, esas lágrimas saladas. 
Te vienes abajo rápidamente, como un castillo de naipes en el que una de las cartas de la base se a caído, una de las más importantes, de las que soportan el peso de las de arriba, y de repente, en un abrir y cerrar de ojos, todo acaba cayendo. Así es como te sientes cuando una de las personas más importantes que tienes a tu lado parece estar yéndose, desapareciendo de tu lado poco a poco. La impotencia se apodera de ti, no sabes que hacer para retenerla y no sabes que más hacer para intentar volver a estar como siempre, algo que parece pertenecer a un futuro muy lejano, algo imposible de recuperar. Y al ver que no puedes hacer nada, que todo depende de la otra persona, acabas notando esa presión, ese nudo, ese martilleo y esas lágrimas que luchan por salir..