viernes, 28 de enero de 2011

Lágrimas de lobo 2.

Erick se fue cerrando la puerta y dejándonos a los dos solos en la penumbra, Joseph no levantaba la vista de mi, ahora daba miedo, mucho miedo. En cuanto note que Erick se había alejado bastante la cara de Joseph se suavizo y se acerco a mi cara, yo intente apartarme de el pero no pude, era muchísimo más fuerte que yo.
- ¿Quieres estarte quieta un solo momento?- me dijo en el oído, obedecí y me quede quieta, me soltó y continuo diciendo en susurros- Quieres escapar.
Mi cara cambió en ese momento, me quede helada, pero asentí con la cabeza temblando y le dije:
- Ya lo sabes, ya puedes decírselo a los demás, ya puedes matarme, torturarme o lo que hagáis, ya puedes divertirte.
Se quitó de encima mía, miró al suelo un momento, vi que su expresión era mas amigable, levantó la mirada y me miró a los ojos. Enserio como podía este chico que empezaba a parecerme corriente, empezaba a parecerme bueno, ser en realidad una bestia sin corazón que me mantenía encerrada. Ni yo misma lo se pero sí, el era una bestia.
- Estas equivocada, ese no es mi objetivo creeme.
- ¿Como quieres que te crea? ¡Eres una bestia!
- Tu no sabes nada, normal llevas aquí casi un año.
Me quede petrificada, asique es cierto que ha pasado casi un año desde que llegue. Lo sabía porque había realizado un seguimiento de todos los días que había pasado allí, aunque esperaba que no fuera cierto y hubiera sido menos tiempo. Se ve que el notó mi reacción porque al momento dijo:
- Oye yo no intento hacerte daño creeme, solo quiero ayudarte.
- ¡¿Ayudarme?! ¿Tu? -parecía un chiste que el, que formaba parte de mis secuestradores quisiera ayudarme.
- Si eso es lo que he dicho
- No te creo, es que no puedo creerlo, si quisieras ayudarme no habrías permitido que me raptaran.
Estaba enfadándome, ¿como iba a querer el ayudarme?. Su expresión cambio y vi que ya estaba hartándose un poco.
- Mira niña -se levantó del suelo y me miro fijamente a los ojos, por cierto que ojos mas bonitos- estoy harto ya de todo esto, del clan y de tener que ser lo que soy, pero no te voy a consentir que me llames bestia, porque esta bestia lo único que pretende ahora es sacarte de aquí o ¿es que no quieres salir de aquí? ¿no quieres volver a salir a fuera y poder ver el sol?
Le mantuve la mirada y dentro de esos tremendos ojos azules la vi, vi la sinceridad con la que me estaba hablando, no me estaba mintiendo me estaba diciendo la verdad, el me quiere ayudar, el me va a ayudar.
- Quiero salir de aquí -le conteste y seguidamente continué- pero antes quiero saber porque, porque quieres ayudarme.
- Como ya te he dicho estoy harto del clan, no me gusta nada la actitud que tienen y no pasamos nada desapercibidos, además están planeando algo muy gordo contra los otros.
- ¿Los otros? ¿Hay mas clanes?
- No es exactamente un clan -me contesto, aun veía la sinceridad en su cara- mas bien se trata de una manada, una pequeña manada contra la que estamos en guerra desde hace años, creo que desde nuestra existencia, como ves es una larga historia. Pero ahora lo importante es que sepas que te voy a ayudar, que voy a conseguir que salgas y que pase lo que pase ahí fuera te protegeré.
Me protegerá, verdaderamente este es un buen chico, espero que no le pase nada malo..
- Esta bien, ¿cuando sera eso?- en ese mismo instante sonrío e hizo un movimiento lento de cabeza.
- Lo siento- dijo, no lo entendí, pero antes de que dijera nada me planto un tortazo en la cara, tan fuerte que me tambalee y acabe en el suelo, en ese instante se abrió la puerta y volvió a aparecer Erick.
- Vaya, vaya veo que hoy esta subidita de más.
La cara de Joseph se transformo en un momento rápido en esa cara que tanto asco me daba y dijo:
- Jajaja si, pero ya sabes que conmigo nadie puede, ¿querías algo?, yo estoy a punto de acabar.
- No nada, era para ver como ibas, estabas tardando demasiado.
- Descuida, bajo enseguida- y la puerta se cerro.
Me levante de un salto me acerque a el y le di un tortazo en plena cara, me miro con cara de no comprender.
- Muy bien has fingido muy bien, pero la próxima vez me puedes avisar, y así te ahorraras tener tu uno también de regalo.
Me miro y sonrío divertido.
- Ciertamente tienes carácter pequeña, pero ahora tenemos que irnos, pero antes te explico.
Podría decir que no, pero era mi única esperanza, podría no ser verdad lo que me estaba diciendo, pero ¿que podría perder?, prefería morir a estar allí encerrada para siempre, porque si había pasado casi un año y no había venido nadie a por mi es porque o me daban por muerta o porque no tenía nadie quien supiera lo que pasó aquella noche, es decir, que toda mi familia estuviera muerta. Por ello decidí confiar en él y hacer lo que me dijera.
- Soy todo oídos.

martes, 25 de enero de 2011

Egoismo.

Mas de una vez me he parado a pensar porque hay gente que es egoísta, que piensan solo en su propio bien sin importarles las consecuencias que puedan recaer sobre los demás. 
En varias ocasiones he pensado que lo mejor seria ser egoísta, para así no tener que sentir dolor por los demás, no sufrir por nadie, no echar de menos a nadie. Pero siempre, después de pensar eso, me he dicho a mi misma, que no, no podría ser alguien así, sin escrúpulos. Alguien a quien o le importa lo mas mínimo si eso que quiere, es también algo que otra persona quiere, a alguien egoísta, esa persona le da igual. Le da igual tener que pisotearlo simplemente por conseguir lo que quiere, le da lo mismo herir a otras personas, incluso a sus seres queridos, a sus amigos, a su familia, le da igual, porque el solo quiere hacer lo que se propone. Le da lo mismo dejar a un amigo que lo necesita tirado para hacer otra cosa. Las personas que son así, solo piensan en ellos, en nadie más. Todo les da igual. En una situación en la que tuviera que elegir entre arriesgarse el y salvar a alguien, o dejarlo y no correr riesgo, esa persona se iría, sin importarle lo que le pueda pasar a el otro, el se iría, puede que después tuviera remordimiento, aunque yo no lo creo. A mi parecer esas personas no entienden lo que es el sentimiento de culpa, no se sentirían mal al ver que han echo a alguien llorar después de haberle hundido emocionalmente. 
Es cierto que muchas veces he pensado ser así, pero, cuando me doy cuenta de como es una personas así, de todo el dolor que puede llegar a causar, me doy cuenta de que espero no ser nunca así. Porque ese dolor que sientes cuando te hacen daño, cuando te traicionan, cuando te humillan, es porque tienes sentimientos, porque esa persona que ha echo que estés así te importa, y sobre todo porque la quieres.









PD: Esta semana subiré la segunda parte de Lágrimas de lobo. Espero que os este gustando

domingo, 23 de enero de 2011

Tocando fondo.

Tengo buenos momentos para recordar, pero también tengo malos y dentro de esos malos momentos están esos en los que toco fondo. En los que pienso que estoy en una calle larguísima y oscura, solo con la luz de dos o tres farolas, y miro hacia los lados y no veo a nadie a mi lado. Esos son mis peores momentos, en los que me siento tan sola en una calle larga, en la noche, sin nadie que pueda decirme por donde tengo que echar a andar o que camine a mi lado cuando intento buscar mi camino, el que quiero seguir, el correcto..
Aveces pensamos que no podemos seguir sin alguien, si eso esta muy bien, pues yo he empezado a pensar que lo mejor que se puede hacer es pensar en uno mismo, en lo que quieres conseguir y seguir el camino que tu quieres, ese que después de todo lo andado consigues llegar a esa meta que tanto deseas conseguir. Si eso es lo que pienso, pero también pienso ¿y cuando me venga a abajo? ¿quien estará a mi lado cuando lo necesite?, la respuesta: no lo se. Parece que la gente cuando alcanza la felicidad y tienen lo que quieren, eso les basta, les da igual que un amigo suyo este en un mal momento o que el mundo se acabe. No le deseo a nadie que deje de ser feliz, pero aveces cuando esas persona se vienen abajo, tienen algún problema si que quieren que estés a su lado, y si eres como yo, de las que siempre están y no esperan nada a cambio, acabas siendo una pedazo de idiota, como yo. Que ayuda sin medida a quien sea, y después no recibe ni un simple abrazo cuando se siente en lo mas hondo, tocando fondo.



sábado, 22 de enero de 2011

Lágrimas de lobo 1.

<<Es el momento>>, pensé a la vez que cogía la daga que conseguí quitarle a uno de los vigilantes, esperaba no usarla ya que la simple idea de matar a alguien me hacia pensar que seria una asesina, pero este no era el momento de pensar eso, además ellos se lo habían buscado.
Todo comenzó una tranquila noche, de la cual solo conservo un vago recuerdo, solo se que me cogieron y me trajeron aquí, de los demás no se nada. Mi padre, mi madre, mi pequeño y cariñoso hermano, ¿que habrá sido de ellos?, a partir de ese día e vivido con esa pregunta sin respuesta en mi cabeza..
Los ojos se me llenaron de lágrimas al recordarlos, pero en ese momento las contuve y me puse tensa <<Hoy tengo que salir de aquí, sea como sea>>, y estaba convencida de que lo conseguiría, no sabia la razón pero sabia que hoy yo salia de allí.
Todo estaba perfectamente planeado, el sol ya se estaba escondiendo, dentro de poco vendrán a darme la cena, pobre del que venga no sabe lo que le espera, y me da igual quien sea se las vera conmigo rabiosa, luchadora, porque ya estoy harta, harta de estar aquí encerrada sin salir, sin relacionarme con nadie solo los veo a ellos, en sus asquerosas formas de oso, algo extraño pero cierto, mis raptores son cambiantes. Espero que el que venga a darme la cena venga en forma humana, así me sera muchísimo mas fácil y podría salir ilesa y rápidamente.
Pasos, alguien viene y no no es un oso, perfecto, aun así noto algo extraño en este ¿quién leches es?
La puerta se abre y entra el, Joseph, lo supuse siempre siento esa extraña sensación cuando viene el, no se porque pero esta vez me transmite confianza. Aun así, yo detrás de la puerta la empujo y lo tiro al suelo, pero el es más rápido que yo y antes de que pueda amarrarlo con los trozos de cortina arrancados me coge por las muñecas y me estrella contra el suelo, en ese momento Erick sube por las escaleras en alerta.
- Joseph tio ¿estas bien?
- Si, si, no pasa nada, parece ser que la señorita hoy ha decidido ser rebelde, solo es eso.
- Eso parece - dice Erick con una sonrisa cruel en su cara-. Si quieres te echo una mano y así nos divertimos un rato.
Pero que asco me daban, no podía soltarme y tampoco podía librarme de Joseph, joder pesaba una tonelada y ya empezaba a aprisionare contra el suelo y en poco tiempo empezaría a faltarme el aire. 
- No tranquilo creo que puedo ocuparme de esta rata yo solo.
¿Rata? me había llamado rata a mi, no pude aguantarme y le lance un escupitajo en plena cara, y puse cara de odio para que viera lo mucho que lo detestaba y el gran asco que le tenia.
El se limpio la cara con la camiseta y me fulminó con la mirada.
- Jajaja, que te diviertas entonces - dijo Erick, al que Joseph le dedicó una sonrisa un tanto divertida-.


viernes, 21 de enero de 2011

My history

Después de estos días sin publicar ninguna entrada, he decidido compartir con vosotros uno de mis proyectos de historia que comencé el año pasado. La idea de realizar una historia se me ocurrió entre las clases de filosofía del año pasado y en verano conseguí darle forma a la historia, aunque no esta acabada.
El objetivo primordial es compartir la historia y recibir opiniones o sugerencias y por supuesto ver si os gusta, cosa que espero.
En breve subiré el primer fragmento y poco a poco iré publicando la continuación, pero aun así no dejare de lado el publicar pensamientos y otras cosas que no sean de la historia, como todo lo que he publicado anteriormente.
Solo diré una cosa: "Lágrimas de lobo"
Un saludo. 

martes, 18 de enero de 2011

Carta sin sentido.

Un día decidí demostrarle a una persona muy importante para mi, lo mucho que me importaba, como no sabia de que manera hacerlo, pensé que la mejor forma sería con lo que mejor se hacer, con palabras, escritas en un papel que pudiera conservar. Le di mil vueltas a la cabeza intentando encontrar las palabras mas exactas y mas bellas, y al final las encontré y lo hice, las escribí después de varios borradores y se las di. Y ¿porque escribo esto?, muy sencillo, porque hace unos días, que esos intentos, esos borradores que hice antes de escribirlo todo y dárselo a esa persona, los rompí, en mil pedazos, diminutos de tal forma que cada uno de esos pedazos representaran el dolor que me causo. Esos diminutos fragmentos acabaron ardiendo y mas tarde, cuando ya estaban carbonizados acabaron siendo cenizas que se fueron por el desagüe, que nadie supiera de su existencia, ni siquiera yo quiero volver a saber que era lo que escribí. ¿Porque?, una cosa muy simple y sencilla, aunque esos papeles reflejaran tantos buenos momentos pasados con alguien tan especial, esos momentos lo único que hicieron fueron llevarme al caos, a la desesperación y a lo mas hondo de la tristeza y prefiero no saber nada de aquellas palabras, que ahora me parecen una enorme tontería, además de tinta y papel malgastados en alguien que ya no merece la mínima pena. Y lo mas importante, que esas palabras, hoy no son ciertas.





domingo, 16 de enero de 2011

Aquel lugar.

Hoy, después de mucho tiempo he estado en uno de los lugares donde he pasado gran parte de mi infancia, no es un lugar impresionante, ni despampanante, solo es una simple casa en el campo. Aun así es un lugar muy especial, donde crecí. 
Mientras estaba allí he estado recordando todos los momentos: el intento de caseta de pájaros echa con barro, algunas tardes recogiendo almendras, los caballos que veíamos por las fincas, las carreras de caracoles, los divertidísimos juegos con el barro, los paseos en remolque, subir a lo mas alto de un montón de tierra y bajar corriendo, las tardes después del café jugando al bingo, miles de domingos pasados allí que nunca podré olvidar.
Y es que hay lugares que te marcan, ya sea por haber pasado allí mucho tiempo, por haber tenido un momento único e irrepetible allí o por miles de cosas más. Yo siempre recordare esa casita en el campo y todos sus alrededores, donde nos gustaba explorar.


jueves, 13 de enero de 2011

Libros.

Si, lo admito, soy una viciada a la lectura, solo consigo dar de lado a mis libros para centrarme en hojas frías de apuntes de instituto. Pero, ¿porque?, es bien sencillo.. No hay nada como un libro para hacer que tu imaginación vuele, son los único que consiguen que mi mente se despeje durante un buen rato olvidándome de lo que me rodea, como estar en una burbuja. Solo un libro es capaz de trasladarte a una dimensión en la que tu mandas, donde lo que te imaginas al leer esas palabras es a tu manera. 
Algunos tratan sobre lugares fantásticos; Idhún un lugar fantástico, donde la magia y las criaturas fantásticas existen, la ciudad de Nueva Belleza, a la que solo puedes ir después de una operación que cambia tu aspecto físico, además de lavarte el cerebro y acabar siendo un ser "perfecto", la academia Medianoche en la que tus compañeros sospechosamente no comen, y lugares no tan fantásticos, como la arena de los Juegos del Hambre, donde Katniss y Peeta, comparten cueva además de tener momentos muy bonitos.
Libros de licántropos, de vampiros, de juegos despiadados, de muertos que no están muertos, de un corazón sustituido por un reloj, de inmortales, de amores alocados, de unicornios y dragones.. libros de todo tipo, pero todos ellos tienen algo es común, pueden hacernos quedarnos despiertos hasta altas horas de la noche, porque la historia a llegado a un momento interesante y te resulta casi imposible poner el marca paginas, cerrar la tapa y dejarlo en la estantería hasta el día siguiente.


lunes, 10 de enero de 2011

Somebody.





Alguien que me conozca a fondo, tal como soy, que me comprenda y me apoye en cualquier circunstancia. Alguien con quien compartir momentos inolvidables grabados en mi memoria como un fuego abrasador imposible de ahogar. Alguien que sepa hacerme sentir la única chica en el mundo, que haga que tiemble con el roce de su mano. Mirarle a los ojos y verme en ellos reflejada, como si fuera lo único que el quisiera conservar. Alguien a quien darle miles de besos, caricias, sorpresas, buenos momentos.. Alguien con quien compartir mis miles de tonterías, sin preocuparme lo que el pueda llegar a pensar. Alguien que sabiendo que no soy perfecta, me quiera como si lo fuera.


sábado, 8 de enero de 2011

Hunger Games (L)

-Peeta -digo, como si nada-,en la entrevista dijiste que estás enamorado de mí desde que tienes uso de razón. ¿Cuándo empezó esa razón?
-Bueno, a ver...Supongo que el primer día de clase. Teníamos cinco años y tú llevabas un vestido de cuadros rojos y el pelo..., el pelo recogido en dos trenzas, en vez de una. Mi padre te señaló cuando esperábamos para ponernos en fila.
-¿Tu padre? ¿Por qué?
-Me dijo: "¿Ves esa niñita? Quería casarme con su madre, pero ella huyó con un minero".
-¿Qué? ¡Te lo estás inventando!
-No, es completamente cierto. Y yo respondí: "¿Un minero? ¿Por qué quería un minero si te tenía a ti?". Y el respondió: "Porque cuando él canta...hasta los pájaros se detienen a escuchar".
-Eso es verdad, lo hacen. Es decir, lo hacían -digo.
Pensar en el panadero diciéndole eso a Peeta me desconcierta y, ante mi sorpresa, me emociona. Me parece que mi renuencia a cantar, la forma en que rechazo la música, no se debe en realidad a que lo considere una pérdida de tiempo. Podría ser porque me recuerda demasiado a mi padre.
-Así que, ese día, en la clase de música, la maestra preguntó quién se sabía la canción del valle. Tú levantaste la mano como una bala. Ella te puso de pie sobre un taburete y te hizo cantarla para nosotros. Te juro que todos los pájaros de fuera se callaron.
-Venga ya -repuse, riéndome.
-No, de verdad. Y, justo cuando terminó la canción, lo supe: estaba perdido, igual que tu madre.







Los juegos del hambre de Suzanne Collins